sábado, 4 de diciembre de 2010


No tiene nada que ver el desarrollo de un niño en el seno de una familia que el de otro en un centro de acogida. Por muy desarrollado que esté el país de origen, que ya ni hablamos de los centros que habrá en tantos países...





 Simplemente por el hecho de participar en las rutinas de una familia, algo a lo que tan poca importancia le damos los que siempre hemos estado inmersos en ello, ya hay un cambio sustancial. Sentirse querido de esa forma en que sólo unos padres pueden quererte... es desde luego una razón común para adoptar y para acoger, pero la acogida añade un punto aún más estimulante: la posibilidad... no, la obligación de hecho, de esforzarte porque el niño que tienes a tu cargo pueda un día recuperar a su auténtica familia o a su familia de origen, mejor, no creo que la familia de acogida sea menos auténtica que la biológica.
Me parece un reto personal admirable!!


 ¿Conocéis algún caso que podáis contarnos?

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